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[ Silver Spring, Maryland, Estados Unidos - Ansel Oliver/ANN ]

La recaudadora Lilya Wagner tiene temor de recibir "esas llamadas". Un pastor la llama para decir que su congregación construyó una iglesia y que no sabe cómo pagar los gastos. Otro quiere saber cómo reducir la deuda de una escuela que está por cerrar. Demasiadas llamadas, dice ella, muestra una falta de comprensión de las razones por las que se recaudan fondos.

"No creo que esto sea una buena utilización de los recursos o el intelecto que él nos ha dado", dice Wagner, que dirige los Servicios Filantrópicos para Instituciones de la Iglesia Adventista.

En primer lugar, dice, un número significativo de instituciones adventistas no entienden qué es la "filantropía".

La palabra casi no se conocía hace unos años. Hoy día es más conocida, y aparece con regularidad en periódicos y revistas.

La secretaría que dirige Wagner fue creada en 1973 con el objetivo de promover la profesión de recaudación de fondos y para ayudar a las instituciones de salud. No le fue fácil a Milton Murray, su fundador, convencer a los líderes de la iglesia de que este departamento era necesario. Desde entonces, la secretaría se ha expandido y ofrece asistencia a todas las organizaciones de la iglesia en Norteamérica.

Wagner, que es oriunda de Estonia, es autora de varios libros sobre recaudación de fondos. Posee una maestría en periodismo de la Universidad de Nebraska y un doctorado en educación. Hace poco, le concedió una entrevista a ANN, donde analizó algunas de las concepciones equivocadas relacionadas con la filantropía y la importancia de esta en la estructura eclesiástica. A continuación se presentan algunos fragmentos de la entrevista.

Adventist News Network: ¿Qué es la filantropía?

Lilya Wagner: Es cuidar de los demás de la comunidad. Muchos ponen el énfasis en el dinero, pero la recaudación de fondos no tiene que ver con el dinero, sino con lo que el dinero puede lograr. Ayuda a que estudiantes asistan a las instituciones educativas denominacionales, brinda servicios misioneros en cualquier lugar del mundo, permite que otros disfruten de servicios de atención médica. El dinero solo es el precio que se paga por algo sumamente valioso.

ANN: ¿De qué manera la crisis económica ha afectado las donaciones?

Wagner: Algunas generalizaciones, porque los datos no son claros: La gente no ha dejado de dar, aunque está dando menos. Se dice que miles de organizaciones sin fines de lucro tendrán que cerrar en Norteamérica. No lo sabemos, pero sabemos que hay muchos organismos vulnerables a la crisis.

ANN: ¿Cuáles son algunos de sus objetivos?

Wagner: Nos gustaría que los pastores supieran más sobre el tema. Además, muchas organizaciones que podrían ser nuestros clientes no saben que existimos. Esperamos mejorar esto.

ANN: Varios colegios secundarios y superiores adventistas están luchando para sobrevivir. ¿Puede ser la filantropía la respuesta a sus problemas?

Wagner: Permítame responder con un lugar común: ¿Por qué poner sillas para tomar sol en el Titanic? Cuando uno se está hundiendo no es momento de recaudar fondos. Lo importante es que sea parte de un desarrollo sostenido y sustentable. Esto no quiere decir que la recaudación de fondos no podría rescatar a una organización. Pero no tiene que utilizarse como último recurso.

ANN: Entonces, ¿qué lugar tiene la filantropía dentro de una organización?

Wagner: Está muy relacionada con el funcionamiento de toda la organización, tanto interna como externa. La recaudación de fondos no es solo una actuación solista, sino que significa ser parte de un coro.

ANN: ¿Es negocio contratar a un recaudador de fondos?

Wagner: Cuando uno contrata un recaudador de fondos, no tiene que preguntarse si "van a ganar su salario". Eso es minimizar la función y el valor de su trabajo en la organización. Uno no le diría semejante cosa a un gerente financiero. Es muy injusto ver al recaudador de fondos de esta manera.

ANN: ¿Cuál es la persona ideal para esta función de recaudación de fondos?

Wagner: Muchas personas pueden aprender a ser buenos recaudadores de fondos. Pero me gustaría que la iglesia fuera más profesional en esto. A veces, elegimos a cualquiera que, creemos, puede conseguir dinero.

ANN: ¿No es la filantropía ya parte de la estructura de diezmos?

Wagner: Bueno, yo creo que casi todas las religiones tienen el mandato de ser generosos. Creo que el tema de la generosidad, de la cual Jesús fue un ejemplo, es algo que no solemos tomar con la suficiente seriedad.

ANN: ¿Dónde comienza el compromiso con la filantropía? ¿Es a nivel de división, unión, asociación de la iglesia, o en los seminarios teológicos?

Wagner: En todos lados. Por supuesto, mi secretaría no habría durado tanto tiempo sin el compromiso de la División Norteamericana. Creo que aún tenemos mucho lugar para incrementar su presencia y la función de juega en la denominación. Pero la iglesia y el resto de la sociedad han progresado en este sentido. Hace unos años no se sabía lo que era filantropía. Ahora, hasta se hizo una serie televisiva basada en el tema.