Fue llamado al descanso el Pr. Juan Francisco Darrichón
Fue llamado al descanso el Pr. Juan Francisco Darrichón . Entre Ríos, Argentina
[ Equipo ASN UAP – Oscar González ]
El 7 de julio de 2008, dejó de existir quien fuera el Vicerrector de Relaciones Institucionales de la Universidad Adventista del Plata. Tras una larga y penosa enfermedad, su familia comunicó su deceso. Atestiguan que su entereza moral y su ánimo no pudieron ser vencidos por el flagelo hasta el último momento.
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El Pr. y Mag. Juan Francisco Darrichón, hijo de José Arturo Darrichón y Nelly Beatriz Decoud, nació en la ciudad de Federación, Entre Ríos, el 27 de enero de 1956. El 28 de junio de 1975 entregó su vida al Señor mediante el bautismo en la Iglesia Adventista del Séptimo Día. En el año 1977 inició sus estudios de Periodismo en la ciudad de Rosario. El 4 de marzo de 1979 contrajo enlace con Cristina Alicia Bonini, con quien tuvo dos hijos: Juan Gabriel y Naila Madelaine. Se desempeñó como funcionario del Estado Argentino en diversas actividades, siendo becado por este gobierno para desarrollar sus estudios de postgrado en Italia, en el año 1985, y en México, entre los años 1987 y 1989.
En enero de 1991 recibió una invitación de la Asociación Bonaerense para desempeñarse como Director de Comunicación. Complementó además su formación académica con estudios teológicos y, en diciembre de 1997, fue ordenado al sagrado ministerio. En enero de 1998 aceptó la invitación de la Universidad Adventista del Plata para dirigir el área de Comunicación y la Vicerrectoría de Relaciones Institucionales de esta Casa de Estudios; para ese entonces ya ejercía la docencia en este lugar. Fue nombrado Director de la carrera de Comunicación Social y actualmente se encontraba finalizando sus estudios doctorales en la Universidad de El Salvador. Por su relación con diversas autoridades gubernamentales, fue nombrado Director de Libertad Religiosa de la Unión Austral -región de la Iglesia que abarca la Argentina, el Paraguay y el Uruguay- responsabilidad que llevó adelante con cariño y dedicación hasta la actualidad.
Su trabajo fue pionero en el desarrollo de la Comunicación en la Iglesia Adventista en nuestro país. Ejercía con gran pasión y alegría su actividad en las aulas, con la certeza de que esta redundaría en un efecto multiplicador de su ministerio, que sería de gran bendición para toda la Iglesia. Disfrutaba de su trabajo al contribuir en la formación de jóvenes con ideales de servicio cristiano, razón por la cual siempre solicitó mantener horas de docencia aún teniendo muchas otras responsabilidades a su cargo.
En los últimos días de su vida, su familia pudo ser testigo de esa lealtad traducida en una entrega sin reservas a Dios. Y en la seguridad de esa entrega, Juan Francisco descansa esperando el reencuentro con Jesús y sus amados.
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