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Fatal atropello pone en evidencia la inseguridad del camino a la Universidad Adventista de Chile. Las Mariposas, Chillán, Chile.
[ ladiscusion.cl ]


Muestras de profundo dolor se pudieron apreciar anoche (julio 01) cerca de las 22 horas en el Hospital Clínico Herminda Martín, cuando profesores de María José Aguayo San Martín (16) dieron la noticia a sus compañeros de curso: la estudiante del segundo medio B del Colegio Adventista había fallecido como consecuencias de las graves lesiones que sufrió, a causa del atropello del cual fue víctima junto a otra compañera en las afueras del establecimiento, a unos 12 kilómetros de Chillán.

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Según relataron los amigos de la joven fallecida, apostados fuera del recinto hospitalario a la espera de novedades y aún sin conocer el fatal desenlace que tendría el hecho, ella junto a su compañera de curso y amiga Josselyn Vivanco Figueroa (15), quien hasta el cierre de esta edición permanecía internada en estado grave, habrían cruzado la calzada fuera del colegio, sin percatarse de que directo a ambas se dirigía un taxi que las impactó frontalmente.

Al parecer, según relataron sus apesadumbrados amigos y compañeros de las escolares, minutos antes de conocerse la trágica noticia, el automóvil Nissan V16 de una empresa de taxis local venía con sólo uno de sus focos encendidos, lo que además producto de la espesa neblina que a esa hora cubría el lugar, no hizo más que empeorar la fatídica maniobra.

Impactados por la escena, que se vio empeorada con la fuga del chofer del auto de alquiler, la reacción de los testigos -entre los cuales se encontraban docentes de la Escuela de Enfermería de la Universidad Adventistafue ayudarlas y llamar prontamente a carabineros y a la ambulancia, los cuales llegaron en cerca de cinco minutos, para, en el caso del móvil de la asistencia pública, proceder a realizarle la reanimación de rigor y trasladarlas hasta el hospital.

EL PRESUNTO CAUSANTE.

Según información entregada anoche por la Fiscalía local, el chofer causante de la tragedia fue identificado como Pedro Juan Fernández Parra, quien según los testigos del accidente transitaba por el lugar a gran velocidad y de acuerdo a estos mismos sin ningún foco encendido.

Consultado por LA DISCUSIÓN, el fiscal Patricio Montecinos explicó que una vez que el conductor pese a que se dio a la fuga, fue reconocido, lo que posibilitó que los lugareños obtuvieran el número de su teléfono móvil y se pusieran en contacto con él, acción que tuvo como resultado su detención, pese a que Fernández habría querido negociar su entrega, lo que fue tajantemente rechazado por el fiscal de turno, siendo detenido finalmente por personal de Carabineros y puesto a disposición de la justicia.

Hoy por la mañana se realizará la audiencia de control de detención, mientras que anoche, personal del Siat de Carabineros se encontraba realizando las pericias en el sitio del suceso. También se le practicó la alcoholemia, cuyos resultados también se conocerían hoy.

CONSTERNADOS.

Como pudimos apreciar en las afueras del hospital, la congoja inundaba a profesores, apoderados y compañeras de ambas menores, sobre todo a quienes compartían la sala de clases.

Pero no sólo dolor era la sensación que se percibía en la fría noche de ayer, ya que también pudimos apreciar la rabia de familiares, amigos y autoridades del colegio, que recordaron los continuos reclamos que han realizado a las autoridades locales (Municipio y Vialidad) para que tomen medidas, respecto a la peligrosidad del sector.

La inspectora general del Colegio Adventista, Teresa Zambrano, consternada una vez conocido el deceso de María José, explicó que por la ruta que pasa fuera del establecimiento es constante ver camiones y autos circular a gran velocidad, sin que haya una mayor señalización que advierta de este problema.

Por lo mismo, señaló que ante el gran número de estudiantes que transitan por el lugar (ya que además ahí se encuentra la Universidad Adventista) y de los habitantes de un sector que ha crecido paulatinamente, es que han pedido la instalación de un lomo de toro, lo que les ha sido continuamente negado, con el argumento de que ese no es un área urbana, por lo tanto sería imposible la implementación de reductores de velocidad.

No obstante, y presas del mismo dolor que los acompañaba, se preguntaban cómo no había ningún otro mecanismo adecuado para hacer más lenta la marcha de quienes por allí se movilizan, criticando, de paso, la falta de mayor presencia policial, la cual, según afirmaron, también ha sido reiteradamente solicitada.

Tal demanda de seguridad es compartida por los dirigentes de las unidades vecinales de los sectores Monte Rico, La Victoria, El Emboque, Las Mariposas y Los Barriales, quienes se hallan muy preocupados del riesgo para los más de 6.000 habitantes que estiman viven en ese lugar.

Y es que, como comentaban anoche vecinos del lugar, a la circulación de los vehículos de los residentes, se suma la presencia de movilización colectiva y los camiones forestales, lo que aumenta el peligro de accidentes.

Incluso este hecho fue expuesto el año pasado en la Cámara Baja por el diputado Rosauro Martínez, quien solicitó formalmente se oficie a la Dirección de Vialidad para que se implementen medidas de seguridad y control en la ruta ubicada en el sector suroriente de la ciudad y que comunica interiormente a Chillán con las comunas de Pinto y Coihueco.

“Sucede que un porcentaje importante de personas se traslada a pie, ya sea para acudir a los establecimientos educacionales que se emplazan a la orilla del camino o a trabajar a las parcelas existentes. Cuando uno comprueba esto en terreno y conversa con los vecinos, sinceramente, no puede encontrar explicación ante la desidia de las autoridades responsables, porque los vecinos han planteado estos hechos en diversas oportunidades sin obtener respuesta alguna.
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